10 Febrero 2014, Un día para
olvidar… y para reflexionar
Despertarte con estas
noticias no es nada bueno después de haber estado en una nube durante diez días
con una persona muy especial. Despertarte leyendo un artículo en el que
anuncian que tu colegio mayor, Santa María del Estudiante, cierra sus puertas
después de una decena de años abierto no me gusta, no lo aguanto, no lo tolero,
no lo permito, y sobre todo no lo perdono.
No perdono a todos los han
propiciado esta situación,
No perdono que siga
desapareciendo la clase media española a marchas forzadas,
No perdono que Ciudad
Universitaria (Madrid) esté llena de silencio, vacía y triste,
No perdono que lo que conocí
ahora esté en decadencia,
No perdono hacia lo que estamos
yendo,
No perdono que no vaya a poder
darles a mis hijos lo que mis padres me dieron a mí,
Pero sobre todo y como dice
el artículo… No perdono el silencio.
A los que conocisteis esto
en época de bonanza(como ahora dicen), yo llegué con mi maleta a la estación de
Metropolitano el día 1 de Septiembre del año 2001, con ganas de comerme Madrid
y no he olvidado ni un solo día de los que pasé en ese colegio y en ese barrio,
sabéis que ciudad universitaria era el alma de Madrid, miles de adolescentes
llenaban el Paseo de Juan XXIII, miles de madrileños (así los llamábamos)
hacían cola en los bares para formar parte de nuestro MUNDO, ese mundo
provinciano, lleno de jóvenes que queríamos ser algo, convertirnos en algo,
pero sobretodo estábamos dispuestos a disfrutar y a gozar de la oportunidad que
nuestros padres nos brindaban.
Ciudad Universitaria estaba
llena de estudiantes, llena de cervezas, llena de risas, de charlas, de
seminarios, de clubs de cine, de festivales de Jazz, de cafeterías repletas de
tercios, llenas de bocatas de jamón, llenas de fiestas del novato, de fiestas
de primavera, llenas de compañerismo, llenas de gritos, llenas de complicidad,
llenas en definitiva… de una clase media española en buena posición, feliz,
alegre, con ganas de seguir.
Parece que de esto queda
poco, de lo uno y de lo otro…de gente con ganas de aprender, de querer comerse
el mundo y de clase media…
Los mejores años de mi vida,
tres para ser exactos, parecen que ahora se han quedado enterrados… que algunos
quieren hacerlos desaparecer. Sin embargo, esto me sirve para coger fuerza,
para empeñarme en sacar a este país de la crisis, para ayudar a que la gente
sonría, a que la gente ría, a que la gente ligue, beba, fume y a que nos dejen
vivir en PAZ.
Me hace pensar y reflexionar
hacia dónde vamos o hacía donde queremos ir… sin clase media y sin educación y ni
cultura un país no es nada, no sobrevive, no avanza, no mejora, no yerra, no
evoluciona… lo único que cabe preguntarse es… ¿hacia dónde vamos?, ¿hacia dónde
nos guían?, ¿queremos ser así?... lo único que sé… es que NO PERDONO.