El día que mi vida se hizo un poquito más maravillosa... ese 23 de Diciembre de 2011...
Casi parece de risa, para todos los que me conocéis desde
hace tiempo, que yo me ponga a escribir sobre enamorarse, pero desde que
descubrí el amor, hace hoy 3 años justos, mi vida no solo ha ido a mejor, si no
que se ha convertido en maravillosa, y creedme no es un camino de rosas porque
nos separan casi 3.000 km de distancia y aun así me sigue compensando.
Siempre me imaginé el amor como en las películas, sí, como
en esas películas que todos hemos visto alguna vez, esas que ponen en Antena 3
los sábados por la tarde, alguien alguna vez en su vida ha creído que el amor
era así. No me creo que alguien haya sido capaz de imaginarse el amor desde el
principio como lo que realmente es, sobre todo porque no lo sabes hasta que te
pasa.
En las
películas, el amor parece banal, sencillo, y hay veces que hasta aburrido. Los
problemas los causan terceros, no eres tú misma, todo es fingido, no hay
contratiempos ni dramas y si los hay al final todo acaba en cuento feliz.
Me
imaginé un amor sencillo, lleno de risas, maravilloso, pero sobre todo fácil.
Fácil en el sentido de que no pasara nada, que nada cambiara, que fuera algo
lineal, plano, uniforme… y sin embargo es todo lo contrario. Es fácil porque
empiezas a encajar con alguien, pero ese encajar conlleva, miedos, alegrías,
risas, lloros, mariposas en el estómago, vamos todo, menos ser algo fácil.
Encajar, enamorarse, hacerse a alguien, moldearse… no es
fácil, pero sí MARAVILLOSO.
Maravilloso porque sientes que a alguien le gustas, que alguien cuenta contigo, que le mereces la pena, que de pronto en ese camino comenzáis a conectar, a encontraros, a enamoraros cada vez más, paso a paso, día a día, momento a momento…
Foto de archivo |
Maravilloso porque sientes que a alguien le gustas, que alguien cuenta contigo, que le mereces la pena, que de pronto en ese camino comenzáis a conectar, a encontraros, a enamoraros cada vez más, paso a paso, día a día, momento a momento…
Maravilloso porque te sientes nueva, renovada,
ilusionada, feliz, alegre…aunque hay veces que el camino no es sencillo, que se
pone cuesta arriba y surgen dudas, te cansas, pero al final, siempre, siempre,
siempre me merece la pena.
Tengo
una colección enorme de pelis de amor, todos los títulos que os podáis
imaginar, de hecho es mi colección preferida, junto con mi colección de telas,
me siguen encantando, pero… ahora las veo de manera diferente… el que yo siento,
el de verdad, es mucho mejor que el de las pelis.
Mi amor es mágico, humano, cercano, bonito, diferente a cada rato, te llena, te inunda, y te sorprende.
Así que
os confieso que estoy feliz, enamorada, que tengo mis días buenos y mis días
malos, mis días peores, pero que siempre, siempre, me acaba mereciendo la pena.
Mi amor es mágico, humano, cercano, bonito, diferente a cada rato, te llena, te inunda, y te sorprende.
Foto: Felicidad Rguez Erice |
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